Los factores de riesgo cardiovascular previos también aumentan el riesgo de un segundo ictus y de demencia.
Los pacientes que antes del ictus presentan hipertensión arterial, diabetes o son fumadores, el riesgo de un segundo ictus aumenta en un 40%, y el de desarrollar una demencia posterior es un 10% mayor.
Las personas que han tenido un ictus y previamente presentaban factores de riesgo cardiovasculares tienen más riesgo de tener un segundo evento cerebrovascular.
Investigadores de la Erasmus Medical University de Rotterdam, Países Bajos, han visto que las personas que han sufrido un ictus y previamente presentaban factores de riesgo cardiovasculares tienen más riesgo de acabar sufriendo un segundo evento cerebrovascular o tener demencia años más tarde.
"Este estudio sugiere que los factores de riesgo que desencadenan el primer evento también predisponen a los pacientes a un empeoramiento posterior de su salud física y mental", ha reconocido Arfan Ikram, autor del estudio cuyos resultados publica la revista Stroke.
En los últimos años, los avances terapéuticos han permitido reducir los riesgos para la salud tras sufrir un ictus pero, pese a ello, las probabilidades de sufrir un segundo infarto cerebral o desarrollar demencia sigue siendo elevado en los cinco años posteriores.
En este trabajo los investigadores hicieron un seguimiento a cerca de 1.200 pacientes mayores de 45 años que habían sufrido un primer ictus y otras 5.000 personas sanas de la misma edad. Un año después del primer ictus, los supervivientes eran tres veces más propensos que el resto de la población a tener un nuevo evento cerebrovascular y tenían un riesgo dos veces mayor de desarrollar demencia.
Pero entre quienes antes de sufrir el ictus presentaban hipertensión arterial, diabetes, niveles bajos del colesterol bueno o ser fumadores desde jóvenes el riesgo de un segundo ictus aumentaba un 40%, mientras que sus probabilidades de desarrollar una demencia posterior era un 10% mayor.
A diferencia de otras patologías como el cáncer, en las que si el tratamiento funciona y el paciente sigue vivo después de 10 años, se puede decir que "la verdadera lucha se ha ganado", en el caso del ictus los factores de riesgo permanecen después de padecerlo, ha destacado Ikram.
"Cuando uno sufre un derrame cerebral el tratamiento suele centrarse en seguir la medicación y la puesta en marcha de sencillas medidas preventivas suelen quedar en un segundo plano", reconoce este experto, que por ello insiste en "no descuidar hábitos saludables como dejar de fumar, hacer ejercicio o controlar la presión arterial".
Fuente: jano.es